Hay relaciones que florecen con la intensidad de la primavera… y nunca germinan. Otras se desgastan en veranos interminables, donde el calor de la costumbre sofoca la pasión.
Usamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando consideramos que acepta su uso.Estoy de acuerdo
