La felicidad no es un lugar al que se llega y tampoco está sustentada en un acto mágico. La felicidad es un constructo de significación y eso va a entrañar un cambio en nuestros sistemas de pensamientos, creencias y valores, permitiéndonos alcanzar una experiencia libre de conflicto, corrigiendo la percepción y revirtiendo nuestros significados disfuncionales.
La felicidad no está condicionada a ningún elemento externo o «mágico», la felicidad solo dependerá de la calidad de nuestra conciencia en el momento presente. Debemos aprender a vivir la experiencia de la felicidad como un acto creativo de la conciencia en nuestra vida cotidiana.
En el Curso 6 «Semiología de la Felicidad» el Dr. Alfonso Ruiz Soto nos explica el proceso de creación que la genera.
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